-Inauguración
y paseo. 9 de junio a las 19:00 de la tarde
Se
abrirá el espacio del cerro de las majadas –junto a la antigua mezquita- para
un paseo por su entorno y se inaugurará una cubierta-gruta en una zahurda. Los
materiales que forman parte de la investigación se alojarán en las pequeñas
construcciones, y cabras y burros volverán a tomar el cerro donde siempre
vivieron. Celebración con vino, tortillas y buñuelos
¡Vivan
las bestias!
-La
obra
Este
trabajo investiga sobre la posibilidad de una tierra de todos, común, compartida
Y toma forma con el levantamiento de una cubierta-gruta trazada según las
formas de las testuces y lomos de los animales que allí vivieron.
Superficies del contacto animal-humano en movimiento como dispositivos de
mediación. Los dibujos, fotos y materiales recogidos en este estudio
ocuparán los interiores de las viejas cabañas. – Piedras moldeadas, dibujos de
Miguel Pajarito, fotografías de los vecinos y sus animales, documentos del
archivo de Almonaster –. Relaciones que exploran la posibilidad de lo común y
la comunidad entre lo humano, la tierra y lo animal.
BIO
Susana
Velasco se forma en el ámbito de la arquitectura, viene trabajando sobre formas
de vida-arquitectura- emancipación-espacios-mundo. Uno de estos trabajos
colaborativos es la construcción de la Cámara Solar del pueblo de Herreruela. Forma
parte de Ludotek donde durante los últimos años han tratado de encontrar la
potencia en el vínculo de infancia, arte y política. Junto a Rafael
Sánchez-Mateos también trabaja en el proyecto Cunctatio –retardo, periferia y
resistencia- que hasta ahora ha tomado forma en la periferia de Madrid con
Cunctatio del Sur. Estas experiencias le llevan ahora a recorrer el frente de
trincheras de la Batalla
de Madrid y a buscar formas de autoconstrucción y lucha que llevan consigo en
algún caso una idea de separación y a su vez de encuentro con el mundo. Con
Viejas Cabañas… se explora además la idea de lo salvaje con la relación
humano-tierra-animal. Trata de encontrar un vínculo natural entre el trabajo de
investigación y el de docencia en la Escuela Superior
de Arquitectura de Madrid.
-El
proceso y la investigación
Como
punto de partida una pequeña porción de mundo – sin olvidar que ese pequeño
fragmento bien pudiera contener el todo -, una agrupación de viejas cabañas en
una ladera, en el afuera del núcleo del pueblo de Almonaster La Real , extramuros también de
la antigua fortificación árabe. No aparecen en ningún mapa, en ninguna ruta, no
tienen ningún nombre. Fuera de todo foco, pero formando un extraño centro entre
todos ellos. Una suerte de pivote de sentido desde el que tomar distancias al
resto de acontecimientos que siguen vigentes alrededor. Esta porción de tierra
no está cercada, tampoco tiene un límite que le de forma, no está separada de
nada sino más bien entretejida con el todo. Está atravesada por caminos que
vienen de lejos, y que hoy apenas son visibles entre la vegetación silvestre.
Las cabañas parecen haberse ido asentando cada una por razones bien diferentes
pero en algún caso compartidas: proximidad, orientación, caída del terreno,
continuidad de la forma correlativa, relación con la ladera. Casi todas ellas
son pequeñas, guaridas, más que arquitecturas son más bien cuerpos, puertecitas
minúsculas, patios mínimos y algunos ventanucos. Todas estas construcciones
aparecen enlazadas unas a las otras por alguna fuerza vital común, en esta
situación de variada diferencia es apreciable un impulso que atraviesa el
conjunto. Sin ningún documento que lo atestigüe forman entre sí una extraña
comunidad.
Construcciones
que alojaron a los animales y a los utensilios de trabajo, mediadores entre el
humano y la bestia, y entre la bestia y la tierra. Qué será realmente eso de la
ganadería. Puede tratarse de una particular relación del humano con otras especies
animales, es extraño el situarla al mismo nivel que la agricultura y minería,
desde ese punto de vista es clara la idea de explotación que las liga, o la de
domesticación de aquello que en estado libre es de naturaleza salvaje.
Ahora
sabemos que estas viejas cabañas se asientan sobre terrenos comunales, -hoy
dichos públicos-. Y que de modo similar aparecen formaciones así en las aldeas
de la comarca. Y que de alguna manera están vinculados a ellas casi todos sus
vecinos. Aquellos que necesitaban de las bestias para trabajar, o de los cerdos
para comer. Disponían de un terreno. Aquellos que se apañaban con poco para
vivir. Esta circunstancia permite que se desarrolle una investigación sobre lo que abre
o lo que cierra la posibilidad de una tierra de todos, común, compartida.
En esta situación se comienzan a explorar algunas ideas que se anudan a este
pedazo de tierra articuladas según estos apuntes: bestias / humanos, la
historia / la risa, el trabajo / el derribo, la comunidad / lo ilegítimo.